Historia en el bosque
Un día, una pequeña bruja visitó un bosque conocido, en el cual buscaba plantas medicinales desde su infancia.
La chica de pelo y ojos verdes, con un sombrero negro, andaba en el bosque.
Para ella, pudo ser un breveaventura cotidiana.
Aunque el sol aún no se puso, las tinieblas casi cubría el cielo.
Árboles interminables le impedían ver lejos.
"¿Qué es esto?" Dijo la brujita.
Durante mucho tiempo, trataba de salir de allí y murmuró incrédula.
"¡Qué extraño! Este bosque no debe de ser tan inmenso."
Le parecía que todo lo que había aquí la odiaban.
Entonces, un carbunclo apareció ante los ojos de la brujita.
La brujita se sorprendió por él con apariencia de estar hostil.
Los carbunclos son animales suaves, suelen ser amables a los seres humanos.
Pero él estuvo en un ambiente militante.
Los ojos carmesíes la miraron al rostro chocado. El monstruo le embestió comándose de furia.
Sin embargo, no intentó dañarla por placer. Claro que inicuos magos lo ha manipulado.
Temeroso por su ataque, ella solo saltaba atrás.
- No quiero luchar contigo. No me gusta hacerte daño. -
Ella, aunque tenía miedo a luchar un poco, cambió de opinión viendo el dolor internal del carbunclo.
- Pero ahora, pues, todo me va bien!
¡Tengo que salvar su vida! ¡No importa lo peligroso que es! -
Después de mucho pensar, decidió ayudarlo en vez de derrotarlo. Y, Sin dudar, se hubo consumido en el esfuerzo de salvarlo.
- ¿Cuál es la magia eficaz contra monstruos encantados? - Se preguntó.
Y tuvo una buena idea, dibujando una línea adecuada para la magia que quiso usar.
- Lo ha poseado un mal espíritu. Que lo aparte de éste. -
"¡Tranqulízate, perversa alma!" gritó.
Terminado el dibujo, la luz mágica empezó a arroparlo.
Cuando la luz desapareció, el carbunclo ya había perdido su apariencia enemiga.
Ignorante de qué le había pasado, el carbunclo se fue afuera saltando.
Viéndolo, ella sonrió y dijo.
"Menos mal que lo he salvado."
El bosque volvió a ser tranquilo con cormalidad.
Gracias a la luz solar, todo se resplandecía en los aires suaves.
Por fin, La brujita logró coger las plantas que buscaba en principio. Ya era fácil hallar la salida.
La bruja, orgullosa por la victoria en secreto, se fue de allí aliviada.
