表示調整
閉じる
挿絵表示切替ボタン
▼配色
▼行間
▼文字サイズ
▼メニューバー
×閉じる

ブックマークに追加しました

設定
0/400
設定を保存しました
エラーが発生しました
※文字以内
ブックマークを解除しました。

エラーが発生しました。

エラーの原因がわからない場合はヘルプセンターをご確認ください。

5/23

Episodio 5: Un encuentro inesperado

Con el tiempo, mi japonés había mejorado notablemente, aunque aún luchaba por expresarme con fluidez. Podía entender conversaciones básicas, pero cuando intentaba expresarme, las palabras se enredaban en mi mente.

Esa mañana, mientras barría la entrada del templo, vi llegar a un hombre acompañado de un pequeño carro de mercancías. Vestía ropa sencilla pero bien cuidada, y su actitud era relajada. Los monjes lo recibieron con familiaridad, intercambiando palabras que apenas comprendía. Por su comportamiento, deduje que era un comerciante habitual del templo.

Curioso, me acerqué a observar los diversos artículos que el comerciante había traído, mientras los monjes los revisaban. En algún momento, el comerciante notó mi presencia y, con una sonrisa amigable, me dirigió la palabra.

—No te había visto antes. ¿Eres un aprendiz?

Intenté responder, pero mi limitado japonés hizo que mis palabras salieran torpes y entrecortadas. Él me miró con curiosidad y, sin perder la paciencia, habló más despacio.

—No pareces de aquí. ¿Te cuesta el idioma?

Asentí, sintiendo un ligero rubor de vergüenza. No era la primera vez que alguien notaba mi dificultad, pero por alguna razón, su tono no sonaba condescendiente. Más bien parecía genuinamente interesado.

—Soy 千住さん, comerciante de paso. Vengo seguido a este templo —se presentó.

Después de intercambiar algunas palabras más, noté que 千住さん tenía una personalidad abierta y extrovertida. No le incomodaba que me costara expresarme, al contrario, intentaba hacerme sentir más cómodo.

—Voy al pueblo a hacer más entregas —dijo, acomodando su mercancía en el carro—. Si los monjes no tienen problema, ¿quieres venir? Podría ser una buena práctica para tu japonés.

Su propuesta me tomó por sorpresa. Miré a los monjes, esperando que me dijeran que no, pero para mi sorpresa, no pusieron objeciones. Quizá pensaban que una salida me ayudaría a mejorar mi aprendizaje. Acepté con un ligero asentimiento, y pronto estábamos caminando por el sendero que conducía al pueblo.

El pueblo era mucho más bullicioso de lo que imaginaba. Calles llenas de gente, vendedores ofreciendo productos en voz alta y un sinfín de aromas desconocidos para mí. Mientras acompañaba a 千住さん en sus entregas, observaba con asombro cada detalle del bullicioso pueblo.

En algún momento, pasamos por una zona del mercado donde vendían granos y especias. Fue ahí cuando un pensamiento cruzó mi mente: ¿Y si aquí encuentro maíz? ¿Y chiles? La nostalgia me golpeó de repente. Recordé los días en casa, viendo a mi abuela moler maíz en el metate, el aroma de las tortillas recién hechas, el picante de los chiles en cada comida. Fue un recuerdo tan vívido que, por un instante, sentí que podía olerlo.

Mi cabeza se llenó de un torbellino de palabras en español, chocando con las frases japonesas que aún luchaba por recordar. Algo dentro de mí pareció encajar en su lugar. Como si esa emoción intensa hubiera destrabado algo dentro de mi mente, de repente comencé a comprender mejor el idioma. Pero esta vez, fue diferente.

Sentí un calor repentino en mi cabeza, como si algo dentro de mí se encendiera. Mis pensamientos se acomodaron de golpe y las palabras que antes me costaban trabajo comenzaron a fluir con claridad. Era como si una barrera invisible se hubiera roto.

—Disculpe… ¿hay maíz aquí? —pregunté con más claridad de la que esperaba. Imaginé las mazorcas amarillas, con sus granos apretados y las hojas verdes que las cubrían. Quizá aquí lo conocieran con otro nombre.

El vendedor me miró extrañado.

—¿Maíz? No sé qué es eso.

Parpadeé, desconcertado. Mi propia voz sonaba diferente, más fluida, más segura. 千住さん también se quedó mirándome, sorprendido.

—Oye… ¿desde cuándo hablas tan bien, タケチくん? —me preguntó, arqueando una ceja.

Yo también estaba sorprendido. Hace apenas unos minutos, me costaba construir frases largas, pero ahora, las palabras me salían con naturalidad.

—¿Maíz? Es como… un grano blanco que crece en una mazorca —intenté explicarle al vendedor—. Se puede moler para hacer harina…

El vendedor seguía con el ceño fruncido. 千住さん intervino:

—Quizá lo conozcan con otro nombre. ¿Cómo es en tu tierra, タケチくん?

—Pues… es un alimento básico. Se hacen tortillas, tamales… —seguí describiendo, sintiendo la frustración crecer al no encontrar una palabra que el vendedor entendiera.

千住さん sonrió con comprensión. —No te preocupes, タケチくん. Es bueno aprender las costumbres. Y no, nunca he oído hablar de algo así. Pero como dije, este mundo es muy grande. Si realmente quieres encontrarlo, tal vez algún día lo hagas. Si quieres, puedes seguir viajando conmigo y buscar en otros lugares.

Su invitación no era una obligación, sino una posibilidad. Y aunque no tenía la certeza de que encontraría lo que buscaba, la idea de seguir explorando comenzó a parecerme atractiva.


Mientras caminábamos de regreso al templo, 千住さん no dejaba de mirarme de reojo. Finalmente, rompió el silencio. "¿Sabes? Cuando te conocí, pensé que eras un poco raro. Pero ahora… esto del idioma… es como si algo hubiera cambiado de la noche a la mañana." Su tono era curioso, pero también había una pizca de sospecha en sus ojos. No pude evitar sentir un escalofrío. ¿Habría notado algo más?

評価をするにはログインしてください。
この作品をシェア
Twitter LINEで送る
ブックマークに追加
ブックマーク機能を使うにはログインしてください。
― 新着の感想 ―
このエピソードに感想はまだ書かれていません。
感想一覧
+注意+

特に記載なき場合、掲載されている作品はすべてフィクションであり実在の人物・団体等とは一切関係ありません。
特に記載なき場合、掲載されている作品の著作権は作者にあります(一部作品除く)。
作者以外の方による作品の引用を超える無断転載は禁止しており、行った場合、著作権法の違反となります。

この作品はリンクフリーです。ご自由にリンク(紹介)してください。
この作品はスマートフォン対応です。スマートフォンかパソコンかを自動で判別し、適切なページを表示します。

↑ページトップへ